ELEGIR LA MEJOR WEBCAM PARA VIDEO LLAMADAS Y STREAM SIN MORIR EN EL INTENTO.
Cómo elegir una webcam.
El mercado está esencialmente dividido en dos categorías: las webcam para trabajar y para streaming en vivo. Mientras que las últimas se mueven en el lado más ambicioso y caro de la moneda, con resoluciones que alcanzan las 4K, micrófonos de nivel profesional y amplios ángulos de visión, para una simple videollamada la propuesta es notablemente más sencilla.
Para qué la queremos y con qué frecuencia vamos a usarla son determinantes a la hora de elegir una webcam y marcarán el presupuesto para optimizar nuestra inversión.
Resolución y frame rate.
Aunque todavía vamos a encontrar webcams y cámaras integradas con una resolución de 720p (especialmente en dispositivos veteranos) que ofrecen lo básico para una videollamada, los 1080p es la resolución estándar para una webcam decente. Eso sí, si buscas calidad de imagen y nitidez, también hay ciertos modelos que se van hasta los 2K y 4K.
En todo caso, has de tener en cuenta que factores como el ancho de banda o la compresión de ciertos servicios de videoconferencias provocarán que no puedas exprimir todo el potencial de estas resoluciones. Mejor poder ajustar a una resolución más baja que vaya más fluida.
Los fotogramas por segundo también afectan a cómo de suave se ve el vídeo. Mientras que las webcams de 60fps proporcionan un video más realista y natural que una de 30fps, lógicamente esto también implica una mayor transferencia de datos.
Lentes y exposición.
En algunos modelos encontraremos también datos sobre la lente, un elemento que repercute (entre otras cosas) en cuánta luz alcanza al sensor de la cámara y el campo de visión.
La apertura indica cuánta luz alcanza al sensor, lo que tiene una incidencia directa en cómo de bien se ve cuando no tienes buena iluminación ambiental. Como solemos ver en la óptica de los móviles, se mide en f/(número) y cuanto más pequeño es ese número, mayor es la apertura y más luz entra. En webcams son habituales los rangos entre f/2.0 a f/2.8. Este dato no siempre aparece en las specs de las webcams: si no lo hace, suele significar que la apertura es pequeña.
La lente también marca el campo de visión de la webcam: si solo la quieres para que grabe tu cara y poco más, evitando así que se vea tu cuarto desordenado, mejor un modelo con un campo de visión estrecho (o una webcam con alta resolución que te permite recortarlo). Si la idea es que se vea una sala de conferencias, mejor un modelo con un amplio de visión. Normalmente las webcam se mueven entre los 65 y los 90 grados.
Autofocus.
Las webcam más asequibles tienen el foco fijo, o lo que es lo mismo, su lente no se mueve para ajustarse a la escena que está grabando, sino que simplemente toman lo que está en su campo de visión en función de la distancia a la que está.
Y si te vas a sentar directamente enfrente de ella y cerca (por ejemplo, cuando la colocas sobre el marco del monitor), probablemente sea suficiente. Sin embargo, es fácil que haya momentos en los que la grabación se vuelva borrosa: cuando te mueves, cuando quieres acercar algo a la cámara...
Los modelos más completos cuentan con autofocus, permitiendo que la propia lente se ajuste para poder enfocar adecuadamente en función de lo que graban, lo que minimiza esos momentos borrosos.
La calidad del micrófono integrado.
En una videoconferencia el audio es todavía más importante que el vídeo. Así, hay bastantes webcams que disponen de micrófono integrado y algunas incluso cuentan con micrófono estéreo. Habitualmente las de micrófono estéreo disponen de de dos pequeñas "orejas" (con forma de rejilla o minialtavoces) a cada lado de la lente, lo que les permite una mejor captura de sonido y un sonido más natural.
No obstante, la calidad de este micrófono no es para tirar cohetes y además, teniendo en cuenta su posición, captan también el ruido del entorno. En este sentido, si vas a realizar videollamadas con frecuencia, hay sonido ambiental y/o requieres de calidad de sonido, mejor apostar por un micrófono por separado o por un auricular con micrófono.
Otros factores y extras.
•De poco sirve una gran lente si tu espacio de trabajo es oscuro. En este caso, o si simplemente requieres de más luz, hay ciertas webcam con iluminación integrada mediante anillos de luz en torno a la lente. Una característica muy demandada si grabas vídeo en casa.
•Aunque las webcam son plug&play, en función del software integrado podremos profundizar en los ajustes de las opciones de la cámara, zoom (si está disponible está opción), cambiar el fondo, añadir filtros y efectos...
•La forma de montaje. Lo normal es que se fijen en el marco de la pantalla, pero también es interesante poderla dejar en cualquier superficie a modo de trípode y que admita el ajuste en diferentes ángulos.
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