CÓMO NOS AFECTA LA ESCASEZ DE TARJETAS GRÁFICAS Y QUÉ HACER ANTE ELLA.
Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que la escasez de tarjetas gráficas que estamos viviendo actualmente en el mercado de consumo general es incluso peor que la que vivimos hace unos tres años, cuando la burbuja de las criptodivisas llegó a su máximo esplendor.
En aquel momento, era prácticamente imposible comprar una tarjeta gráfica a un precio razonable, pero por lo menos había algo de stock, sobre todo en la gama baja y gama media (serie GTX 1060, GTX 1070 y, en menor edida, RX 570 y RX 580). Ahora, sin embargo, es imposible comprar una tarjeta gráfica, salvo que estemos dispuestos a adquirir un modelo de las series GTX 1050 Ti, Radeon RX 550 e inferiores, y a asumir un precio de venta ridículo.
Se ha drenado por completo el stock de las tarjetas gráficas GeForce RTX serie 20, RTX serie 30 y de las Radeon RX 560 y superiores, RX 5000 y RX 6000, y por desgracia tanto AMD como NVIDIA han confirmado las peores previsiones: el stock seguirá siendo prácticamente nulo durante todo el primer trimestre de 2021. Esto significa que no veremos síntomas de mejora hasta el segundo trimestre de 2021, y no debemos pecar de optimistas, ya que puede que para entonces la disponibilidad siga siendo muy limitada.
¿Por qué hay una escasez tan grande de tarjetas gráficas?
No existe un solo culpable, aunque tanto Colette Kress, EVP y CFO de NVIDIA, como Lisa Su, CEO de AMD, coinciden en algunas causas importantes:
•La demanda ha sido más alta de lo esperado.
•Incapacidad productiva para ofrecer un suministro a la altura de esa enorme demanda.
•Problemas de escasez de suministro de componentes tan importantes como sustratos y obleas de silicio.
Esas tres claves podrían explicar, por sí solas, una situación como la que vivimos actualmente, pero si nos limitamos a aceptarlas nos habremos quedado solo en la superficie, y nos perderemos una parte importante de la historia.
La alta demanda de tarjetas gráficas no se limita al mercado de consumo general, es decir, al usuario normal. La nueva burbuja en la que se encuentra inmerso el Bitcoin ha afectado a otras criptodivisas como Ethereum, y esto ha generado una nueva fiebre por el minado de este tipo de activos, lo que, obviamente, ha disparado la demanda de tarjetas gráficas para montar granjas de minería.
Esto ha tenido un enorme impacto en el mercado de las tarjetas gráficas, tanto que, de hecho, es lo único que puede explicar que el stock de casi todas las tarjetas gráficas de las generaciones que se comercializan actualmente haya desaparecido en tan poco tiempo.
Los mineros han vuelto a hacer de las suyas, y será muy interesante ver qué ocurre en los próximos meses. Si el Bitcoin vuelve a pinchar, cosa que ocurrirá antes o después, y se produce un hundimiento importante, es probable que acabemos viendo una avalancha de tarjetas gráficas en el mercado de segunda mano, todas procedentes de equipos y granjas de minado de criptodivisas. Tanto NVIDIA como AMD están trabajando para mejorar la producción, pero con la tesitura actual tendremos que armarnos de paciencia. También tendremos que estar muy atentos a posibles reposiciones de stock, ya que estas durarán menos que un caramelo en la puerta de un colegio.
Cinco consejos para superar la escasez de tarjetas gráficas.
Cada usuario se encuentra en una situación distinta, y por ello hemos querido dar forma a cinco consejos genéricos que pueden ser de ayuda para prácticamente cualquier tipo de consumidor. Ten en cuenta que las circunstancias actuales son muy cambiantes, y que por ello cabe la posibilidad de que alguno de estos consejos deje de ser aplicable a corto plazo.
1 - Evita comprar tarjetas gráficas, no es un buen momento
Sé que alguno estará pensando «dime algo que no sepa». Quiero que entendáis este consejo en sentido amplio, y es que no es un buen momento para comprar en sentido amplio, ni siquiera en el mercado de segunda mano, salvo casos muy concretos de tarjetas gráficas relativamente antiguas que no son rentables en minado, y que tienen un precio de venta realmente interesante.
No es un buen momento para comprar porque los precios están inflados, incluso en el mercado de segunda mano, y porque tanto NVIDIA como AMD tienen pendiente el lanzamiento de sus nuevas tarjetas gráficas de gama media, la GeForce RTX 3060 y las RX 6700 y RX 6700 XT. Se espera que esas tres tarjetas gráficas lleguen al mercado a finales de febrero, aunque todavía no tienen una fecha oficial.
Por lo que he podido ver en las últimas informaciones, la RTX 3060 tendrá un rendimiento similar al de la RTX 2070 Super, lo que significa que será una solución gráfica muy interesante dentro de la gama media (su precio será de 329 euros). En cuanto a las Radeon RX 6700 y 6700 XT, la segunda debería rendir, más o menos, al nivel de la RTX 3060, y la primera debería quedar más cerca de una hipotética RTX 3050 Ti.
2 - Cuidado con los falsos chollos
Ver precios inflados puede confundirnos fácilmente, y hacernos creer que esas tarjetas gráficas que cuestan 200 o 300 euros más del precio recomendado son una buena oferta. No, no lo son, solo son un intento de aprovechar la situación actual del mercado para hacer caja.
Analiza con sumo cuidado el precio que tiene una tarjeta gráfica antes de lanzarte a comprarla, incluso aunque te pueda el «ansia» al ver que has pillado una reposición de stock. Por ejemplo, una RTX 3080 tiene un precio recomendado, en su versión FE, de 719 euros. La versión Founders Edition tiene una calidad de construcción soberbia, así que no tiene nada que envidiar a los diseños personalizados de las principales ensambladoras. Pagar 900 euros por ella puede parecer una buena compra porque no hay stock, y porque los precios superan en muchos casos los 1.000 euros, pero en realidad es tirar el dinero.
Esto quiere decir que no puedas comprar una RTX 3080 que cueste más de 719 euros, nada más lejos de la realidad. Hay algunos modelos que justifican un precio mayor con añadidos interesantes, como un sistema de refrigeración premium y un acabado estético más llamativo, pero incluso en estos casos, no merece la pena pagar más de 50 o 100 euros por ellas. Esto aplica a esa franja de precios obviamente. En el caso de las RTX 3060, por ejemplo, no pagaría más de 50 euros extra.
3 - Tampoco es un buen momento para vender tarjetas gráficas
Si quisieras vender tu tarjeta gráfica ahora mismo, no tendrías ningún problema para hacerlo, siempre que esta haya sido lanzada en los últimos cuatro años, y que se encuadre dentro de la gama media de su generación. Por ejemplo, vender una GTX 1060 de 6 GB o una RX 580 de 8 GB en el mercado de segunda mano es, a pesar del tiempo que tienen, extremadamente fácil.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que, aunque los precios están inflados, en el mercado de segunda mano es mucho más complicado obtener, a corto plazo, un precio de venta elevado por parte de vendedores de confianza. Puede que acabes vendiéndola, pero es probable que no obtengas el dinero que tenías en mente.
Piensa que, una vez que hayas vendido tu tarjeta gráfica, tendrás que comprar una nueva, y es ahí donde comenzará tu auténtica odisea. Con la escasez de tarjetas gráficas que existe actualmente, tendrás suerte si encuentras el modelo que buscabas, y necesitarás más suerte aún para poder comprarlo a un precio que no esté ridículamente inflado.
Por otro lado, recuerda que si vendes tu tarjeta gráfica y no tienes una de reemplazo, o si tu CPU no cuenta con una GPU integrada, no podrás seguir utilizando tu PC.
4 - Estira al máximo la vida útil de tu PC actual
Pero sin caer en riesgos. Con esto me refiero a que hagas una puesta a punto de tu equipo para mejorar un poco su rendimiento y alargar, con ello, su vida útil.
Puedes hacer muchas cosas que, al final, marcarán una diferencia considerable, como por ejemplo practicar overclock a tu procesador, si este lo permite; subir las frecuencias de trabajo de tu tarjeta gráfica (GPU y memoria), reinstalar el sistema operativo, optimizar las unidades de almacenamiento, overclockear la memoria RAM, limpiar el interior del PC y cambiar la pasta térmica a tu procesador y a tu tarjeta gráfica. También deberías valorar un cambio de las almohadillas térmicas de esta última, que hacen contacto con la memoria gráfica y con el sistema de alimentación, si tienen varios años y están desgastadas.
Ten mucho cuidado con el overclock y con los procesos de cambio de pasta térmica, ya que siempre corres el riesgo de romper algo si no tienes claro lo que estás haciendo.
5 - Valora todas las opciones que tienes
En ocasiones es fácil cegarse con una idea en concreto y no darse cuenta de que, en realidad, tenemos alternativas muy interesantes que pueden ayudarnos a superar un problema en concreto.
La escasez de tarjetas gráficas no se va a superar a corto plazo, pero piensa un momento si realmente necesitas comprar una nueva tarjeta gráfica.
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